Quebracho from Videoteca Raymundo Gleyzer on Vimeo.

Realización:
Ricardo Wullicher

Producción:
Sabina Sigler

País: Argentina
Idioma: Castellano
Duración: 1:33:28
Año: 1974
Tipo de Archivo: MP4
Tamaño: 385 MB

Sinopsis

Ambientada en la segunda mitad de la década del 1910, trata el problema de los hacheros del quebracho, explotados sin restricciones por los empresarios ingleses quienes gracias al amparo de los gobiernos provinciales y nacionales y a la ayuda represiva de la policía local y de una pequeña fuerza armada (la "gendarmería volante" o "los cardenales") especialmente formada por la empresa, sometían a los obreros argentinos a condiciones de vida cercanas a la esclavitud.

Podemos observar en Quebracho, al igual que en La Patagonia rebelde, el papel fundamental que han jugado las ideas de los inmigrantes europeos referidas al anarco-sindicalismo, en el surgimiento del movimiento gremial.

Descubrimos también, cómo en alguna época la labor del sindicalista fue noble y se mostraba sinceramente comprometida con la causa del trabajador. En Quebracho es el jefe sindical quien aporta los instrumentos para lograr las mejoras laborales; con clases comunitarias, dentro de una comunidad casi analfabeta, se les enseña que el camino de la liberación va de la mano de la educación, que el sometimiento se halla en la ignorancia y en la incapacidad de discusión con los patrones. Cumple un papel fundamental aquí, como en La Patagonia rebelde, la imprenta como medio de difusión y comunicación entre los compañeros de las distintas resoluciones adoptadas por las organizaciones gremiales.

El relato de Quebracho marca claramente dos épocas distintas de la lucha obrera. Uno, entre 1914 y 1918, período de cambios iniciados con la Primera Guerra Mundial y que se cierra con la toma del poder por parte del comunismo en Rusia, acontecimiento trascendental que cifra las esperanzas de una transformación mundial de las relaciones de trabajo. En este momento, los líderes de los trabajadores surgen del propio interior del movimiento; son los mismos trabajadores quienes se hacen cargo de levantar y defender las banderas de sus reclamos.

En una segunda etapa del problema del quebracho, alrededor de los años ‘40, surge una nueva figura, la del político pegado a la masa obrera, que parece buscar el apoyo de los trabajadores sólo con el objetivo de llegar, elecciones mediante, a su puesto dirigencial. Se dibuja entonces la figura de un político que se sirve del reclamo obrero, para sus propios intereses de poder y que apenas participa de las reivindicaciones obreras.